20 de febrero de 2012









tu sermón fatal dice:



Si fuera por mí te hubiese hecho una torta. Magnificados sean los códigos sociales que habitualizan el paso del tiempo individual en un acto de simple consumismo ambiguo en el que nadie cree, en el que las consecuencias son grandes si no lo realizamos. Sí, te hubiese hecho una torta sin importar los 31° y el horno a 180. Graciosamente podría haber sido el regalo mismo, en bandeja de plata te la hubiera llevado. Yo sola, creadora letal que te concederían tres deseos secretos, la dolce vitta, el dulce paladar espeso. Servidumbre dada como afecto. Servicio sano del querer.

1 comentario:

  1. Que buen blog tienes, me alegro muchísimo de haber pasado por aquí porque tu entrada me ha gustado mucho.
    Un saludo y te sigo :)

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