28 de mayo de 2012

La espalda es como la pelota
no se mancha
"Vivir plenamente
le dije a una amiga
la vida siempre me superexigió
y ella me dijo
acordate que vos también
la superexigís a ella"
Clarice Lispector
Hervir a los costados es fácil.
Llegar al centro y que siga tibio
pero que todo se mezcle y que haya homogeneidad en el calor,
no.

Soy una persona que está esperando al bondi. Qué claro definirme así, bajo una circunstancia tan básica. Espero a lo que me va a llevar. Podría establecer construcciones materiales sobre el ahora. Describiría la calle, los autos pasando. Mecharía alguna ley de vida, alguna reflexión. Podría incluso contar lo que me pasó
o no
o imaginar la historia de un random
que también anda esperando.
Pero no
yo cuando estoy en la parada pienso
que la ciudad
tiene tantos edificios
que van peleando por la búsqueda del sol. Entonces se hacen cada vez más altos
y ahí nacen las grandes torres, los rascacielos. Quienes justamente rascan el cielo, aunque para ello se quiera pisar sobre lo más sagrado. Estando cubierta tanta atmósfera
parecemos tan chiquitos
y nos convertimos en bichos. los más perfectos.
internándonos
en una oscuridad
de aquellos pasadizos que nos guían hacia las profundidades menos reales. y yo te encuentro y no me dan ganas de salir. y yo te encuentro y me quiero hundir más.

Fue tu pulpa la que con engreída inconsciencia deja


Construir el Edén con mis propias manos
tallar su cuerpo en un cachito de cartón
Brindar a su salud
y agradecer que estamos vivos

8 de abril de 2012

Sadismo perpetuo
me estrangulás el aire,
el peso.
Me tenés en el puño de mi mano
me dejás en una carrera en la que soy la única competidora
y pierdo.
Voy tan rápido
que doy la vuelta al mundo
y vuelvo a empezar
justo donde me había quedado.
Descarrilo en pendiente,
en la cascada del agua de ese cuerpo tuyo
que me negocia y hiedra
arrollándome en su intención-
un proceso
en el que soy
el más grande
de los chistes retratados.

"Más interesante es imaginar una inversión del Tiempo: un estado en el que recordáramos el porvenir e ignoráramos, o apenas presintiéramos, el pasado. "

J.L.Borges, examen de la obra de Herbert Quain


Viajar


En el medio del asqueroso paisaje de la cotidianidad,


Viajar


con los ojos


las tripas


y el coraje


Viajar.


Con el peso


el espectro


y el miedo


Viajar


en la irresoluble virtud del tiempo


en la ramificación de caminos que el alma escoge


Viajar.


Soy un estropajo de miel


que se entiende como tal.


Viajar,


hacer el curso propio


seguir solemnemente la inspiración


irrigación del ser que observa y ama.


El mapa


es tan oscuro,


tan claro al mostrarse.


Viajar


en forma y espacio


hacer la calle propia


dejar de derrapar en el cemento


concebirse en el propio útero


parirse


darse a luz


entender que no hay caso de entender


que un recibe ciertas mañas


proporciones injustas


viajar.

6 de abril de 2012

1 de abril de 2012

27 de marzo de 2012




Ciertamente, ¿es posible?




Dejar a los muertos en el placard para saber que me esperan, haciéndome acordar que en las noches tengo compañía. Y degustando el augurio, nos abrazaríamos conjuntamente. ellos por estar vivos, yo por estar con ellos. A veces la condición entorpece el ver, yo tengo tanto llanto que no lloro. Y los muertos podrían llegar a estar tan podridos que la vida se les caería de las manos. Lo obsesivo sería no aceptar que ya no viven más, aunque se efectúe lo contrario. Una planta seca es una flor muerta. Se mire desde donde se mire. Una piedra es una piedra. Cebarse con una persona hasta querer besarle el cuero cavelludo para terminar hincándole el diente y arrancándoselo, no es una piedra. Intentar. Probar para que las cosas se den, lo es.




Ciertamente ¿es posible?




intentar desintoxicarme de las obsesiones, de los rotuladores. Tengo tantas ganas de silencio que me tiraría en Avenida de Mayo a mirar el cielo.




Tengo tanto espacio espacio en mí. Dentro de mi cuerpo parece que habitara otra ciudad. Nadie quiere entrar.




Ciertamente ¿es posible?




Dejar los excesos




dedicarse a otra cosa.


Entré en la cama y me tapé. No tenía frío. Simplemente no quería dejar en descubierto mi cuerpo. La posibilidad de que fuera visto me desagradaba. Ante todo yo no quería tener esa oportunidad. No bastaba con el deseo de no querer hacerlo, apartar la mirada, tratar de pensar en esa cosa. Estaba desnuda conmigo y lo mejor que podía hacer era seguir desnuda pero tapada, es decir, vestida con el propio manto de mi lecho. A cuántos les gustaría un cuerpito de cuasiventiañera, lo que no quita que a la cuasiventiañera le gustaría una cabeza de ñandú o un abrazo sobre su cuerpo ¿y el abrazo que puede dar ella? No señores, ella está muy lejos de poder dar un abrazo. Por eso al final se queda sola y en pelotas sin ser consciente de esa materia. Porque a ella le gusta que la samarreen lo suficiente, que la cojan con resistencia de ser posible, y si la lastiman, mejor. Sabe que no es inerte pero disimula su condición. Se cree estatua. Lo peor es que si no reacciona toda su melodía va a ser ficción y ella va a ser una estatua real.






ser o no ser



(real)



6 de marzo de 2012

Si tu n'étais pas là (si vos no estuviste ahí)













No me digas que la amás
porque sacó lo mejor tuyo
tus trapos los tiró al sol
quedándote desnudo y seco


No me digas que la amás
porque te dejó sin ropa
mostrándote en carne viva tu orgullo


No me digas que la amás
porque de hecho sacó
esa parte tuya
que tan bien conocés
que tan infeliz te hace
que tanto asco te da.


De la que no podés salir
a la que siempre volvés.


No me digas que la amás
auqnue deberías hacerlo,
ella es la única que está impidiendo
que te repitas en lo peor de vos.


Está aceptándote
y está imposibilitando
que destruyas lo que tuvieron


Pero no me digas que la amás
porque tu bache sigue ahí,
en el medio de tu pecho
y ella se va
aumentando tu agujero
obligándote a que vos solo
aprendas a llenarlo.


Y decirle esas palabras
es dar un manotazo
para no ahogarte
sin darte cuenta
que hace tanto que estás sumergido
y si te está despidiendo
es para abrirte al aire-



porque no soy nadie para decirte lo que sentís


pero igual te digo que no la amás


y en vez de no darme bola


te enojás y no querés escucharme.

23 de febrero de 2012



adiós las 50 almas

abrazo a los 600 heridos.

qué.le.pasa.a.los.trenes.

que.no.paran.de.llevarse.gente.

20 de febrero de 2012









tu sermón fatal dice:



Si fuera por mí te hubiese hecho una torta. Magnificados sean los códigos sociales que habitualizan el paso del tiempo individual en un acto de simple consumismo ambiguo en el que nadie cree, en el que las consecuencias son grandes si no lo realizamos. Sí, te hubiese hecho una torta sin importar los 31° y el horno a 180. Graciosamente podría haber sido el regalo mismo, en bandeja de plata te la hubiera llevado. Yo sola, creadora letal que te concederían tres deseos secretos, la dolce vitta, el dulce paladar espeso. Servidumbre dada como afecto. Servicio sano del querer.

19 de febrero de 2012






Nos pusimos a pensar quién tenía la culpa. De algún lado tenía que venir toda esta inventiva de ser como somos porque la vida es algo que se nos dio pero la pregunta es qué venía con nuestra naturaleza, qué elemento estuvo para dejarnos así. La primera respuesta fue el mes de diciembre, la alineación planetaria. Tal vez tu Venus se metió en mi Marte, tal vez el universo estuvo en una galaxia diferente, energéticamente complicada. Después volvimos a la hipótesis freudiana de nuestras madres, que seguramente no habían cumplido el antojo debido y por escasear la milanesa con dulce de leche he aquí que estamos. Quién diría que seríamos tan básicas que a nuestra concepción, por falta de llenar la gula, nos dejó la sensación de hambre continua. Pero por qué les echamos la culpa a ellas, por qué no la maldita costilla estaría implicada. Siendo sus nenitas nos desproporcionaron su tranquilidad. No salimos así. Otra posibilidad era que nos habían dado demasiado amor, que necesitábamos más golpes, más castigos, menos cunas. Evaluando las posibilidades caímos en la cuenta que podría ser el placar lleno de ropa. Tanta para un solo cuerpo solo podría inducir a nada, a que seríamos más felices con dos prendas que nos cobijaran. Tanto exceso es defecto, y tanta cantidad es desnudez. El clima, la humedad que mata. Nosotras. Nosotras que salimos así y no nos importa nada porque nos deja vivas entre nosotras. Y lo más lindo de la incomprensión
es tu comprensión divina.
Sin tanto mambo
no podríamos bailar juntas.

18 de febrero de 2012

no se muy bien sobre que pierna bailo
a veces me agarra
perdi mi cupo para gas nervioso
y noticias pirata





Tan cebada en mí, tan espesa en mi forma que no me importan ya los carteles luminosos de las loterías o dejar a mis amigos en bares rondando Buenos Aires. Y pienso palabras en mi mente mientras a la hora de escribirlas me achico y termino tratando de especificar el punto que no reconozco. Sola en mi esplendor, reconociendo que no todo era tan rosa y tratando de ver ese vaso a medio llenar, ganas de mandar todo al carajo tengo. Cuando las cosas se ponen feas y duras y festejar parece el único camino me gustaría irme sola, como hice esta noche de muy buena manera y decirles a todos que se jodan un poco, que la noche es buenosairina y eso implica tanta humedad como la que mi cuerpo sucumbe frente a un hombre inexistente. Es tan fácil para todos con sus diecinueves años, que tiene cultura que saben de esto o tienen estética o se creen lindos o ni siquiera les importa. A mí no solo me importa sino que a pesar de que bastante bien me salga nunca lo voy a poder bien. Y me encantaría un hombre. Me encantaría encerrarme en un taper hasta que deje mis problemas, hasta que mis complejidades me abandonen, la parte que me rio de lo que pensé o sentí y no solo me siento alejada de ese sentimiento sino que me siento grande como un dibujo borrador que fue limpiado y rehecho y solo quedan las marcas de lo viejo pero lo más lindo sobre el lienzo. Pero no estoy en esa parte y me exijo tanto todo el tiempo y tengo tantas hormigas en el orto, cómo me gustaría tenerlas de verdad y que bailen y jueguen y vibren y yo ahí realmente, relajada. Se me puede calificar de reflexiva, o de loca de mierda porque pienso tanto todo y quiero que las cosas salgan bien, eso lo principal. Cuando uno quiere que las cosas salgan bien no importa la edad o el coeficiente intelectual porque quieren que salgan bien. Estamos viviendo y queremos vivir tan bien que nuestra vida sea ejemplar. Mi mejor amigo, mi hermano del alma me dijo que me iba a llegar ese momento cuando encontrase el amor. Todos encuentran el amor y nisiquiera llegaron a los veinte. Yo puedo decir que viví una vida bien, que conocí ciertos aspectos interesantes, que como buena observadora me deleité con acontecimientos que para otros hubieran sido insignificantes, pero tan lejos estuve de enamorarme. Tan lejos de sentir esa plenitud inmensa inmersa que se tiene frente al amor. Los hombres que me atrajeron tuvieron cada uno sus complejidades. No quiero más complejidades. No quiero más nada. Tanto esperar, tanta felicidad de reecontrame conmigo misma. No quiero reecontrarme mas con nada, no quiero decir qué buena esta situación porque me soba. Porque no es tan terrible pero quiero otra cosa. Parece mentira que de repente grite mil versos y haga hecho lo que nunca se me ocurrió: sumergirme en whisky pero con un fin artístico, como descompensador de la mente liberador del clítoris que parece que lo tengo en cadenas, cadenas de exigencias. Yo estoy llorándole al mundo con lágrimas de whisky. Yo enumero y no puedo para en la conmoción de querer estar en la inconsciencia e tal que pueda largar todo. Me dibujé un espiral en la mano para no volver a caer en lo mismo pero más grande. Me fijo en la cohesión de este texto. Quiero aire, quiero luz. Salir corriendo, hui de mi cita con mis amigos, no quería gente, no quería ruido. Quería caminar bajo el agua de buenos aires con alguien, amarlo, cogérmelo con tal furia en un pasillito sin que nadie nos vea. Tal vez podría ser una mujer. Es raro cuando uno no es bisexual querer estar con alguien de su mismo género. Las complejidades personales llevan a un nivel de saturación tan superior que queremos drenarlo con la pulsión sexual más imponente que nos pueda atrapar, la fantasía mas grande el fetiche dorado. Pero eso no es amar a alguien del mismo sexo. Es solamente volcar sobre él las irresolubles cuestiones que nos usurpan los ojos. Es empezar a besarla y sentir que sus labios comparten algo de ese trauma e ir bajando y encontrarle lunares en la panza. Localizar un pupo que esconde mugre pero también pliegue, seguir animandose y encontrar un clítoris precioso y dispuesto a abrirse a acabar en la boca, la mas preciada arma de las palabras. Es obligar a cerrar la lengua, a que no pueda salir nada. Morbo más patología. Mezclarlo con un hombre, una protuberancia hermosa con la que se juega. El hombre te penetra, te la mete, te hiere espantosamente. Es hermosa esa senascion de privación. No existe cosa igual. Por eso ninguna mujer podría explicárselo a un hombre, que te estén adentro es mas que una unión, es una batalla campal conocidísima en la que solo se trata de mover las piezas sabidas de una manera incandesente.
Quiero gritar sin parar

Quiero quedarme sin garganta

Quiero destrabar a este mundo

Quiero que se me hichen las encías


Y me sangren sin parar


Quiero una solución
Y no hay una solución


Vida perfecta


Académicamente correcta


Recreacionalemnte perfecta


Estéticamente perfecta


Socialmente perfecta


Fotográficamente perfecta.


Saludablemente perefecta


No puedo vivir en paz porque se que algún día voy a estar gorda


Lo sé


No quiero hacer mas cosas de las que hago


Quiero dejarlas todas sin haberlas empezado


Quiero dejar de taparme


Quiero desnudarme


Y deporte
Quiero solo hacer deporte



Quiero estar linda con el maquillaje corrido


Y habiéndome enamorado de mi mejor amigo


Y quiero llorar hasta cansarme


Quiero dejar de especular
Con la estrategia mental


Quiero des ahogarme


Quiero caminar por buenos aires


Con alguien que solo quiera caminar conmigo.

14 de febrero de 2012

HACEME UN BOLLO CON LO QUE

TENÉS,

SÓLO CON LAS SOBRAS REJUNTADAS DE ANOCHE.


METEME A FUEGO FUERTE

QUEMAME POR FUERA

DEJAME CRUDA POR DENTRO.


SASONAME PREVIAMENTE CON

LO QUE ENCUENTRES A MANO

PUEDE SER LA BASURA

KKKKTU EX

KKK O EL PERRO

CUANDO LO CREAS CONVENIENTE

BAJAME AL MÍNIMO



SACAME

PONEME EN LA MESA

SERVIME

PROBÁ QUE HICISTE DE MÍ.


Amor pausivo que se retrata y demuestra y porque el hombre debe amar a una sola mujer es necesario que se recurra a la pausa, al amor de entrepiso que no llega a la cúspide pero que se desenlaza en todo los relámpagos de todas las auras.
Otra vez me reencontré con la fiera. Con su olor de circunstancia, con sus besos precipitados, su desesperación y desdén de poseerme. Con la necesidad de hacerse acordar que no puede ponerle freno a los avances de sus pulsiones. En medio de esa comunión que nuestro espíritu sabía de memoria algo había cambiado: me vi a mí, en su transpirácion hecha nuestra salsa y me di cuenta que estaba muy lejos de querer estar con él. Y así fue que en cada forcejeo de su piel contra la mía mi corazón tenía puesto un candado del que hasta hoy soy presa. Una caparazón de bicho que espera ser fruto maduro. En mi cabeza la resistencia era la protagonista pero como gata al acecho aceptaba sus caricias. Cuando quiso sexo se lo negué y al día siguiente casi ni me acordé del tema.
No me quería apresurar a su doble línea amarilla y estaba decidida a no hacerlo. Pero estar en otro mundo era dormir con la bestia. Y dormir con la bestia era como perderle el miedo al agua fría. Era empezar asomando la cabeza y dejar que se me escurriera por la nuca, era meter el cuerpo mientras miraba su palma. En una complicidad innata no había nada que reprochar, un acto casi crepuscular de egoísmo en el que las entrañas se quedaron quieras. La pelvis nunca se había arrastrado por tanta tierra y el aire jamás había estado tan libre de vicios. El placer de pertenencia fue lo más grande de dos seres decidiendo que el alma cicatrice. Siendo legumbres perdidas ¡Ay de mí! ¡Ay de mis noches con la bestia! ¡Qué feliz con su silencio y espacio! Su encarrilamiento, su pendiente traversa. Música de aguijón.