20 de octubre de 2011

Hoy me hablaron de que el dólar estaba más bajo en Perú que en Argentina. Que un amigo del padre de mi profesora de inglés murió de hipotermia. Que mataron a Kadafi. Me preguntaste si había habido economía. Te dije que no. Que no quería que estuviésemos así. Pero yo te puedo decir. Que sí lo quería. Que en mi cuerpo quedan marcas de lo que fueron tus palabras. Y que el tuyo se amolda a las mías. Jugué, como diosa con filo, a leerte, a tirarte mis broncas mientas se te caían los mocos.
Así los hombres de verdad aprenden.
O no.
O no y ojalá así fuese.
Pero tampoco (tan poco) tiene sentido decirte (me) que no tiene equilibrio esta situación. Señor preso, libérese y hasta ahí llega el poder de la acción. Jerga de mentirosos los que decimos "ya fue". Pero es que ya ha sido y sólo hay que darle tiempo al tiempo para que de un moretón negro quede el verdadero color de la nueva piel.

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