A mí me das amor, y que sea del bueno. Ya saqué el abrelatas de mi cabeza, la basura de mi cuerpo. Queda el olor que se siente cuando la estación cambia y no me gustan los hombres que a los ojos no miran.
(aunque el microondas entre las piernas sigue estando, con un plato metálico que hace largar chispas)
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