Es que es eso. Yo sé que estemos donde estemos estamos haciendo lo mismo.
Cualquiera sea el espacio, el cielo siempre nos acompaña. Y ya no tiene
importancia todo lo demás si sabemos que estamos mirando lo mismo, los mismos
objetos, ya sea con sus diferentes ángulos, con sus olores, con sus
paisajes, ¿Qué carajo? Vos estás ahí y yo acá y está el cielo
que nos espía y nos hace compartir una privacidad cómplice.
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