8 de abril de 2012

Sadismo perpetuo
me estrangulás el aire,
el peso.
Me tenés en el puño de mi mano
me dejás en una carrera en la que soy la única competidora
y pierdo.
Voy tan rápido
que doy la vuelta al mundo
y vuelvo a empezar
justo donde me había quedado.
Descarrilo en pendiente,
en la cascada del agua de ese cuerpo tuyo
que me negocia y hiedra
arrollándome en su intención-
un proceso
en el que soy
el más grande
de los chistes retratados.

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